RECORDANDO LA SALVAJE ANIQUILACIÓN A UN PROFESOR ANTISENDERISTA
Foto/New York Times |
La
tortura y muerte del profesor, Mario Zumaeta, fue uno de los tantos episodios
crueles perpetrados por, Sendero Luminoso, en una comunidad Asháninka. En este
informe, recordaremos lo que ocurrió exactamente aquel noviembre de 1987.
La
muerte del profesor, Mario Zumaeta, ocurrida en noviembre de 1987 se califica
como uno de los crímenes más dolorosos, crueles y macabros de la historia, cuya
orden provenía del grupo terrorista más influyente del Perú, Sendero Luminoso,
que tuvo como lugar en el paisajístico poblado de Cutivireni, que se encuentra
ubicado sobre el río Ene (Selva peruana).
El
antecedente de este hecho tiene nombre y apellido, se trata del
franciscano, Mariano Cagnón, quien tenía por costumbre ser un
grosero y fumador empedernido. Según, el relato del libro de, Alberto
Valencia, “Los Crímenes de Sendero Luminoso en Ayacucho”, el
poblado de Cutivireni creció bajo la sombra del dicho padre, y cuando el hombre
de fe notó la presencia de Sendero por los años 1986, entregó a los terroristas
lo que pidieron en aquel momento para luego viajar a la capital, Lima, y buscar
ayuda a los jefes de la orden franciscana quienes terminaron por enviarlo a New
York. No obstante, se supo que Cagnón, vive en ese Estado “mascullando
su dolor e impotencia”.
De
otro lado, los hombres que habían decidido ser ronderos bajo el mando de
Antonio Cárdenas, vivieron su primer asesinato, pues Sendero Luminoso mató a
cinco asháninkas el 12 de junio de 1987, ya que, se negaron a ser del Grupo
Extremista, pero antes de huir del lugar, dinamitaron una capilla, volaron un
motor que producía electricidad y quemaron cincuenta casas para luego izar el
mástil principal conocido como “el trapo rojo del partido comunista”.
Tras
varios meses de ausencia del grupo genocida, los ronderos de la zona se
rebelaron de aquellas medidas extremistas, por lo que, Sendero supo de ésta
conducta y decidió volver con más furia en noviembre de 1987, dónde cometieron
un atroz crimen contra el profesor, Mario Zumaeta, quien arrió “el trapo rojo del
partido comunista”. La cruel matanza a Zumaeta consistió en crucificarlo,
cortarle los testículos para finalmente desmembrarlo en medio de la presencia
de la comunidad asháninka. Y mientras cometían tal acto, mencionaron lo
siguiente: “A este miserable lo hemos crucificado como a un carnero porque tuvo
la insolencia de arriar la bandera que nosotros dejamos en nuestra primera
incursión. Esto pasará con quien se atreva a bajar la bandera que ahora estamos
dejando.”
Y
aunque, los ronderos ya habían hecho intentos por bloquear la presencia de los
terroristas, estos criminales terminaron acabando con la vida de al menos diez
de ellos y tres profesores. El exterminio en aquellos años prueba de que
Sendero Luminoso quiso en su momento dominar el país a punta de muertes, sin
embargo, no tuvo éxito. Como se sabe, estos hecho no pueden ser olvidados y el
Gobierno debe establecer leyes más drásticas contra estos genocidas.
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