A 36 AÑOS DEL SEGUNDO GRAN GENOCIDIO PERPETRADO POR SENDERO
LUMINOSO
Cada acto de Sendero Luminoso
es un pasaje agrío para recordar.
El pasado 20 de mayo se recordaron los 36 años del segundo crimen,
más sangriento, ejecutado por Luminoso en 1983 en la localidad de San Juan de
Secce, ubicado en la provincia de Huanta - Ayacucho. Y aunque, cuesta creer que
ya pasaron más de tres décadas de aquella tremenda barbarie, aún se palpa el
dolor y la brutalidad con la que actuó este grupo.
La historia narra que al menos ochenta comuneros fueron asesinados
sin piedad por una columna de cien senderistas debido a que se negaron a
colaborar con dicha agrupación terrorista.
Cabe destacar, que Sendero
obligaba a los comuneros a someterse a sus ideologías y formas de actuar con la
sociedad, por ello, cuando decidía generar un embate en una comunidad, los
lugartenientes del EGP se encargaban
de sojuzgar a la gente y los concentraban en las afueras del centro poblado a
dónde tenían apresados.
Era más que evidente que Sendero Luminoso tenía en la mira a los
pobladores de San Juan de Secce porque les llegó el rumor de que un campesino
de nombre Pedro Ataucusi Rosas apoyando al pueblo para que se defienda de las
masacres terroristas, por lo que, el partido que tiene mil ojos y mil oídos
decidió “castigarlo ejemplarmente”.
La muerte de Ataucusi fue una de las más atroces. Sendero
luminoso hizo y deshizo con su vida. Empezando por la cruel tortura de
arrancarle los ojos hasta llenar su vientre de excremento, según ellos en señal
de castigo y justicia.
No obstante, se supo que no era, Ataucusi, quien habría sido el “soplón”
culpable del atentado a los 80 comuneros sino un jovencillo de 16 años quién
también no escapó de los asesinatos de Sendero y resultó ahorcado.
En tanto, existen más de 20 testimonios escalofriantes de los
sobrevivientes a los salvajes actos de Sendero Luminoso contra los campesinos
de la mencionada localidad y cuyo material obra en el Cuartel de Castropampa.
Finalmente, dicho acontecimiento fue publicado en varios medios de
comunicación, sin embargo, las organización de Derechos Humanos brillaron por
su ausencia hasta el día de hoy.
DATOS PARA NO OLVIDAR
Sendero Luminoso obligaba a los comuneros a someterse al “Nuevo Orden” que constaba de cuatro reglas severas:
1. Sembrar únicamente para el autoconsumo.
2. Cortar todo tipo de relación con los pueblos vecinos. regionales.
3. Cumplir con la cuota de sangre que consiste en entregar a los mejores muchachos
4. Prohibir la participación en ferias
5. de la comunidad al Ejército Guerrillero Popular (EGP).
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