Las protestas contra Merino y la “democracia” de las turbas
En distintos videos
que han llegado a nuestro poder, se puede ver que las protestas contra el
régimen del ex presidente Merino, no fueron del todo pacíficas, por el
contrario se puede ver vandalismo, manifestantes dirigiendo piedras, y
cohetones contra policías, esto último, corresponde a la intención de dañar
físicamente a efectivos del orden. Así mismo como la destrucción de cajeros y
uno de los terminales del Metropolitano de Lima.
Previamente a esto
se debe señalar, que el operativo policial estuvo pesimamente hecho y
planificado. En otras marchas, como la realizada contra la denominada Ley
Pulpin y otras durante el régimen de Alan García, no se pudo ver tal cantidad
de heridos y tampoco ninguna víctima mortal en protestas en la capital. La
razón de los resultados de la marcha contra Merino, fue el escaso número de
policías y la forma de contención de los manifestantes.
Hubiera bastado
desplegar unos 3 mil policías y “encajonar” las principales rutas de acceso a
la plaza San Martin, Palacio de Gobierno y el Congreso de la Republica, así
mismo, como las de ingreso a la avenida Wilson, Colmena, y la plaza 2 de Mayo.
La peor negligencia,
es haber permitido la realización de una marcha en plena pandemia, cuando,
otras reuniones y aglomeraciones como la asistencia a partidos de futbol,
fiestas en discoteca, presentaciones y conciertos de música, están prohibidos.
No se explica entonces como se permitió, la organización y asistencia a esta
marcha. Aun cuando existe un decreto supremo del gobierno que las impide y
penaliza.
Los protestantes: Proterrorismo,
izquierda y subculturas
Entre los distintos
grupos que desataron la violencia por parte de los manifestantes se hallan tres
sectores: Los dirigidos por colectivos radicales de izquierda, los
pertenecientes a grupos proterroristas,
y los grupos que pertenecen a las subculturas del país, en gran mayoría de los conos de la capital.
Los colectivos ideológicos
de izquierda que estuvieron en la marcha y que protagonizaron una batalla
campal con la policía, pertenecían a dirigencias universitarias, como por
ejemplo a las facultades de Literatura y Derecho de la San Marcos o las
facultades de Educación de la universidad Enrique Guzmán y Valle Cantuta. Aquí los
centros federados, son los que además, convocaron a las marchas dentro de las
universidades, puesto que son una voz autorizada en los claustros
universitarios,
Cuestión similar sucedió
en las universidades Federico Villarreal, Nacional del Callao y la Universidad
Nacional de Ingeniería (UNI). Por poco creíble que parezca, no son los que
desataron la violencia, sino los que se integraron a ella.
Los grupos de
subcultura urbana, son un fenómeno interesante para investigar y entender, como
se han inmiscuido en las protestas y como incluso, han convocado en sus redes
sociales a las mismas, como se han preparado para las protestas y su lenguaje
casi bélico, para las mismas. No solo en las redes sociales, sino dentro de la
marcha. De hecho son ellos los que en varios momentos desatan la violencia y quienes
desatan una batalla campal en el centro de la ciudad.
Los grupos
representantes aquí, son los llamados grupos de Hip Hop y los de las
denominadas “Barras bravas” de clubes de futbol de la ciudad. Los del Hip Hop,
son del Cono norte y del Callao. Los de las barras bravas, son también de
Conos, es decir de todos los distritos, aunque tienen una concentración en el
Cono Norte y Este de la capital.
He aquí que estos últimos,
tienen responsabilidad en la violencia desatada. Las formas como estos
practican la violencia y las peleas callejeras, son distintas a las que ejercen
los grupos universitarios y muy parecido (por momentos) a los grupos
proterroristas. La utilización de bombardas, cohetones y otros pirotécnicos,
son propios de estos grupos. Por lo que, un enfrentamiento con la policía,
adquiere, otro grado de violencia, muy distinto a un enfrentamiento con grupos
de estudiantes universitarios.
Lo mismo sucede con
los grupos de Hip-hop, que son parte de una subcultura, anárquica, que cree o interpreta
la política desde su particular perspectiva, que no cree en los partidos políticos,
ni en la política, y que tampoco conceptualiza teóricamente, sus puntos de
vista, pero que con sus esbozos, logra convocar a un nutrido grupo de jóvenes,
los cuales, no creen en las protestas pacíficas. Son grupos ultra violentos.
Entre estos tres
grupos, han hecho un coctel explosivo peligroso, del cual, en tristes
circunstancias, han tenido que fallecer dos jóvenes y otros tantos han quedado
heridos.
La violencia como Máxima
Las protestas tenían como punto de reunión la plaza San Martin, allí eran pacíficas, pero, en la misma, grupos violentistas empezaron a reclutar jóvenes, a azuzarlos para cometer actos de violencia.
Algunos manifestantes no fueron, se
quedaron en la plaza, pero otros encandilados, por ese mensaje de grupo que
daban las turbas ultra violentas, los siguieron, ese es el caso de los dos jóvenes
que murieron y el de varios heridos.
Un turba compuesta
por tres grupos fueron los que buscaron el enfrentamiento con la policía y para
esto fueron hasta los cruces de las avenidas Nicolás de Piérola y Abancay, para
intentar dirigirse al Congreso de la República, con el fin de intentar incendiarlo, tal como lo habíamos denunciado anteriormente.
No fue una marcha pacífica. Fuera de la Plaza San Martin, la marcha se tornó, violenta y se volvió una
turba, la cual tenía como objetivo atacar a la policía.
Desde la utilización
de bombardas, cohetones, piedras (de todos los tamaños) y otros objetos, la
violencia se convirtió en batalla campal. Se destruyeron algunos cajeros, se atacó
a una de las estaciones del metropolitano, es decir, la marcha distaba mucho de
ser pacífica. Los videos que hemos publicado al final de este texto, prueban
todo lo aquí se escribe y denuncia.
Calculamos que la
turba, reunió a 500, incluso pudo haber llegado a los1,000 jóvenes y son los
que sobrepasaron por momentos, el cordón policial ubicado en la Avenida Abancay.
Como cual tribu, no
escuchaba a razones. No se entiende, porque,
si una marcha es pacifica, esta tiene que tener el ingrediente de lanzar piedras a los policías. Ninguna sociedad civilizada puede admitir que se
lancen piedras a los policías–como los sucesos ocurridos en jirón de la Unión, además
de los de la avenida Abancay– y que se pretenda llamar a esta pacífica.
Las bombardas, cohetones y otros pirotécnicos utilizados, son de práctica común entre los barristas y puede ocasionar un daño permanente en los efectivos del orden. Aquí la intencionalidad ya no es protestar, sino hacer daño físicamente a los policías.
Los fuegos artificiales, por ejemplo, pueden causar daños oculares, quemaduras en el rostro, que van desde la ceguera hasta mutilaciones de
manos o dedos.
Los tres grupos que conformaron la turba, buscaron en todo momento, la generación de muertos como producto de la protesta. Si no había muertos, no caía el régimen de Manuel Merino, esa fue la consigna de la protesta. No de todos los que asistían a la marchas, es cierto, las cuales se produjeron en varias regiones del país, en donde, por increíble que parezca , no se registro ningún incidente.
Los grupos proterroristas en la protesta
Sendero y el MRTA,
siempre han tenido como ficción ideológica, que las masas se rebelen contra sus
gobiernos, y que en una orgía de sangre tomen el poder, porque de acuerdo a sus
predicas marxistas y leninistas es el único camino. Es decir la violencia y la
muerte. Sendero agrega a esto su línea ideológica del maoísmo y el pensamiento Gonzalo.
La protesta y el uso de la violencia en la misma, debió significar por un
momento la realización de esa ficción.
Su colaboración en
la misma, ha sido más que evidente, no solo han azuzado la misma, sino que han realizado una alianza, con los otros dos sectores de jóvenes, para llevar acabo la violencia y desatar una batalla
campal en el centro de Lima.
Debemos aquí aclarar que a diferencia de los grupos provenientes de subculturas, Movadef y el Frente democrático del Pueblo, tenían intereses ideológicos políticos que compartían con los grupos de universitarios presentes, al menos, con una gran parte de ellos, aunque con caminos distintos.
Esta era, la realización de una Asamblea Constituyente
para el cambio de Constitución y con esto, el cambio del régimen económico del país,
por uno que se pareciera al escrito en los manifiestos y textos comunistas de
la década del sesenta y setenta del siglo pasado. Es decir todo un retroceso económico
en el tiempo y el espacio y que nos llevaría inexorablemente al camino de Cuba
o Venezuela con los resultados históricos ya conocidos.
El grupo ideológico
de la protesta pero no organizador ni convocante–puesto que fue una
convocatoria por redes sociales y de grupos de jóvenes de distintos sectores y subculturas–fue el de sendero y el MRTA.
Los terroristas Capitalizan la protesta
Esto sin embargo no
quita, que en redes sociales los grupos proterroristas estén capitalizando la
protesta, reclamando la caída del gobierno de Merino, como mérito propio, celebrando
los actos vandálicos, como justa protesta popular y lucha del pueblo , y que incluso
se atrevan a señalar que nuevos objetivos deben de tener las próximas
manifestaciones. Los grupos de subculturas no capitalizan las protestas, como
tampoco lo hacen los grupos universitarios ni las utilizan a su vez para ideologizar
o vender un mensaje político, pero SL y el MRTA si lo hacen, de esta forma
dispersan propaganda a favor de sus objetivos ideológicos entre la juventud utilizando
el principal vehículo de comunicación juvenil que existe en la actualidad. Es decir las
redes sociales.
¿Por qué pueden
hacer estos los terroristas? Porque es parte de sus planes ideológicos y políticos,
una forma de entrenar a sus juventudes, en las guerras de propaganda y luchas
callejeras, una forma de prepararlos para un futuro terrorismo urbano. Aunque
ni la policía ni los manifestantes, ni los organizadores de la marcha se den
cuenta, los terroristas tienen sus propios planes, que son parte de una guerra
silenciosa de estas organizaciones.
Entre las propuestas que propugna el MRTA esta la desaparición del grupo terna, así mismo la modificación de la ley policial que regula las protestas. Sendero tiene la misma predica.
El Frente de unidad y defensa del pueblo peruano (Fudepp) brazo político de sendero, propagandiza en redes sociales la realización de una Asamblea Constituyente, el cambio de Constitución y régimen económico. Incluso estuvo dentro de las marchas contra el gobierno de Manuel Merino, tal como consta en los videos que hemos publicando.
Los errores de Merino
El ex primer
Ministro Antero Flores Araoz, no exigió
a la policía ni hizo el llamando en medios de comunicación a la prohibición de
cualquier marcha, por el riesgo de contagios por la emergencia de la pandemia.
Por el contrario, lo que hemos podido ver todos los peruanos, es como se permitió
que se organizara esta marcha por redes sociales y con total libertad. No en un
solo día, sino en más de uno. Junto con esto, la pésima planificación de la policía y el plan operativo de contención a los manifestantes, posibilitó que
se pudiera desatar la violencia en la marcha. Posibilitó incluso que pudiera haber
dos muertos y decenas de heridos.
Un plan operativo
con un mayor número de policías, hubiera significado, que no pudiera darse la cantidad
de heridos en las protestas, ni las muertes de dos jóvenes en las mismas. Aquí es más
que llamativa la forma como se planificó el plan operativo, puesto que en otras
marchas pasadas, como por ejemplo la que se realizaron hace algunos años contra la
denominada “repartija” o la que
protagonizaron los jóvenes contra la “ley pulpín”
no se produjeron estos lamentables hechos.
Es más que controversial que no haya habido inteligencia predictiva para prevenir estos hechos. Al punto que estaríamos hablando de casi un sabotaje o para aquellos más conservadores, de un auto sabotaje no solo al gobierno de Merino, sino a la propia institución policial. Errores más que llamativos e inexplicables, que podrían explicarse como involuntarios, incluso a causa del estrés de la pandemia en el personal policial, pero no por ello, dejan de tener el efecto trágico que tuvieron.
La responsabilidad de los organizadores
Al existir el
decreto del gobierno del ex presidente Martin Vizcarra, correspondería una
denuncia penal contra los organizadores de la protesta, no por la protesta, en sí,
que es un derecho constitucional, sino por convocar a una, en plena pandemia, aún
existiendo un decreto que prohíbe las reuniones y aglomeraciones.
La Pandemia, así lo
exige. Lo que se ha hecho en la práctica, al convocar a las manifestaciones, es
exponer la salud de miles de jóvenes, los cuales, corren el riesgo de haber
llevado el virus del Covid, sin darse cuenta a sus hogares. En nuestra opinión,
debería de denunciarse penalmente a todos los organizadores de la marcha.
Los videos y la “democracia” de las turbas.
Entre los distintos
videos que tenemos en nuestro poder – algunos de ellos han circulado en redes
sociales– destacan 8, los cuales prueban, que la marcha, pudo haber tenido
distintos titulares en redes sociales, pero que dista de ser una marcha pacífica,
por el contrario, se puede ver, que hubo una violencia organizada y que por
momentos habría tenido como objetivo el estallido social.
El estallido social, no es algo aquí que se buscó como parte de la protesta, sino que se organizó exclusivamente para ella. No se organizó dentro la protesta, sino que, venia ya organizada, con un claro propósito y fin: derrocar al gobierno de Merino.
A esto se debe agregar una
campaña de propaganda a favor de intereses políticos determinados, entiéndase sectores
de la izquierda, para que determinados partidos políticos pudieran asumir la
conducción del gobierno interino.
Los videos son
prueba de ello, no eran manifestantes, eran turbas, determinadas con un solo
fin. La violencia como máxima expresión. La "democracia" de las turbas.
La “democracia” de
las turbas solo ha generado, violencia y pobreza, un ejemplo es la dictadura
venezolana, con los resultados que ya todos conocemos.
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